En esta cuarta edición del Motorbeach, se han sumado al evento motos de todos los estilos. No solo los conocidos sino las derivaciones y la mezcla de estos que hacen a las motos diferentes y únicas.
La aportación del amateur, que en su garaje, tirando de horas, exprime su cabeza hasta lograr hacer de su moto una extensión de lo que en su cabeza va desarrollando como idea. Por supuesto, basándose en modelos o pinceladas que rastrea por la red y que van forjando una idea de lo que quiere.
También hemos visto grandes trabajos de preparadores que vinieron a enseñarnos sus maquinas.
Y la evolución del mercado que ahora, en vez de ir hacia las motos alemanas va hacia las japonesas. Mas fáciles de encontrar en nuestro pais, asequibles y con una ganadísima reputación.
En fin un nivel altísimo de preparaciones que han puesto al jurado en una posición dificil y con decisiones tan reñidas que no es nada fácil materializar en tres motos .
Puesto nº3
Este puesto con estilo cafe racer estaba batido entre tres motos, dos honda cb 750 y una kawa gpz. Las motos eran increíbles y con muy buenos acabados. Lo que no tenia una lo tenia otra. Buena pintura, llantas lenticulares, ideas novedosas como el faro con mascara de casco, bajas, en fin un montón de buenas ideas. Pero la decisión en este puesto, aparte de todo esto fue que la kawa fue un poco , nada, pero esa diferencia de acoplar un deposito de una antigua bultaco, perfectamente alineado con el colín y con las lineas de la moto. Las hondas, conservaban sus depósitos originales. Es una diferencia mínima, si, pero suficiente para que el jurado se inclinase por esa moto.
Puesto nº 2
La chopper que se llevo este premio también disputaba su puesto contra bases como una gran Triumph moderna y modificada y con una Sporster con chasis rígido. Al final, los acabados de la ganadora y su elevado numero de piezas fabricadas en el garaje, declinaron al jurado a decidirse por esta pero si que fue una decisión reñida hasta el final.
Puesto ñº 1
La Triumph ganadora, cautivo al jurado desde el primer momento. Un altísimo nivel de acabado. Perfección en los detalles y con un toque diferente. No era algo comparable con las demás. Era única como fue única la BSA ganadora en la pasada edición. Es ese tipo de moto que resalta sobre las demás, por la razón que sea, pero que así es. Para el jurado aquí, no cabía otra decisión.
