Hablemos de Caravia y sus gentes.

En la VII edición del Motorbeach volvemos a un entorno natural de espacios protegidos, que guarda una belleza infinita, tanto en sus playas, como en sus paisajes.
Caravia es un municipio de amplios valles donde abundan los colores verdes, grisáceos, azules y blancos de sus praderas, media y alta montaña, acantilados y la nieve en los largos inviernos.

Caravia limita al norte con el imponente mar Cantábrico, al sur con Parres, al este con Ribadesella y al oeste con Colunga, es el tercer concejo más pequeño del principado de Asturias, pero no por ello deja de ser una joya para la historia del Principado. La zona sur del concejo forma, el Paisaje Protegido de la Sierra del Sueve y es aquí donde haremos un alto en el camino para hablar de el Mirador del Fitu donde tendrá lugar uno de los puntos fuertes del festival en esta nueva edición como será el Sprint Race.
El Mirador del Fitu es un lugar mágico, donde a lo alto de la atalaya, podemos divisar una postal a tamaño real, de aproximadamente 100 km de longitud, donde en día de cielos despejados, disfrutaremos de grandes dosis de costa acantilada, playas, y otros tantos de montaña, un soplo de aire fresco, que nos hará soñar con un mundo plagado de frondosos bosques, donde antaño habitaban las Xanas y Trasgus personajes de la mitología asturiana.


A vista de ojo vislumbramos la Reserva Natural de Sueve, El Parque Natural de Ponga y el Parque Nacional de los Picos de Europa, lugares protegidos y de un incalculable valor. Tras dejar el mirador podemos disfrutar de las layas de El Pozo de las Pipas, Playa de El Viso, Playa de Beciella, Arenal de Morís, y La Espasa que se alternan con grandes acantilados en la costa.

Caravia es un pequeño pueblo de no más de 500 habitantes que tan solo tres décadas atrás albergo una enorme mina a cielo abierto de fluorita, dando trabajo a gran parte de su población cerrada de los años 80. Ahora viven del ganado y la agricultura, son gente trabajadora con un humor propio del gentío Asturiano, afectuoso, sencillos y de buen corazón.

Y desde la organización del Motorbeach queremos venerar a sus gentes como merecen. El festival los hace participe cada año de lo que aquí ocurre, invitando a todos sus habitantes a disfrutar activamente del festival como un Motorbeacher más, por tanto sirva este pequeño texto como sincero homenaje.

 

«GRACIAS CARAVIENSES»

Tras carreteras de curvas sinuosas, nuestras piernas cansadas del largo viaje, descubren con gran sorpresa, a un pequeño pueblo que con brazos abiertos nos acogen, con sinceras sonrisas y ricos manjares.

Una bienvenida más propia de reyes que de plebeyos.
Donde los cielos de nubes grises chocan con fuerza dispar con los primeros rayos de sol, conviviendo en un kaos de pura armonía.

Entre furia y brumas, donde el viento del Cantábrico hace notar su presencia, con su voraz hambre nos encontramos.

En el camino de roca y monte a lo alto de la colina donde el hombre pierde la vista nos adentramos.
Culto a las viejas glorias trabajadas con mimo para crear verdaderas obras de Arte de acero y ruido a ello nos rendimos.

Adoradores del Rock & Roll a la caída del sol entre cervezas frías y movimientos eléctricos nos definimos.

Bienvenidos al Motorbeach.
Sean ustedes bien hallados a Caravia!!!
Beach life & Café Racer Definition.

Foto Gustavo Agustì

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